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lunes, 8 de junio de 2009

CUTRE AYUNTAMIENTO

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que tan afanosamente quiere ser capital europea de la cultura y apoya una expo, es una continua carajera desde el mismo momento en que se constituyó. La última perla ha sido la marcha de Aday Ruiz, uno de los responsables en las decisiones sobre la actividad cultural del Ayuntamiento. Se va, como entró, sin pena ni gloria y con más sombras que luces. Algún día sabremos la verdad. Se va poco antes de las fiestas de la ciudad más cutres que se recuerdan, y que, si es así lo que puede leerse en un MUPI informativo de San Telmo, han hecho coincidir dos eventos musicales el mismo día 19 y a la misma hora, uno en Santa Ana y otro, justo al lado en Santo Domingo. ¿?
Otro que se va es el que era responsable de Hacienda y ya no. ¿Pero por qué esperar a julio para soltar su codiciada acta de concejal? ¿Será verdad el extendido rumor de que le hacen el favor de aguantarlo con su sueldazo a costa del dinero público, para que cumpla dos años en activo?. Aquellos funcionarios que estén al menos dos años desempeñando una bicoca de éstas, tanto si lo hacen bien como mal, que es la mayoría de los casos, les supone el nivel máximo de retribución. No sé si será el caso del Sr. Espino, que no lo conozco, pero es lo que se habla, y si fuera así, mantenerlo unos mesillos más con el sueldazo sin responsabilidad, porque el pueblo paga a pesar de la crisis, para que luego siga cobrando un pastón del erario público, me parece escandaloso, y más que venga del PSOE. ¿Que tiene que decir al respecto el inefable Franquis, que se le llena la boca diciendo como ahorrar en el Ayuntamiento y nada habla de este despilfarro?
Y más despilfarro en esta ciudad "candidata a capital europea de la cultura" y más sandeces. Un pequeño ejemplo. Quien frecuente Perojo esquina a Bravo Murillo, se habrá percatado días atrás de unas obras en las aceras que durante semanas hicieron insufrible el paso de personas de movilidad reducida o niños. A su término pudieron verse unos bordillos como acantilados, justo en el propio paso de peatones existente. Una vez acabada la obra, han aparecido otros obreros rompiendo el bordillo recién levantado para lógicamente rebajarlo. ¿Alguien con seso en ese Ayuntamiento se dio cuenta del despropósito o es una forma de despilfarrar el dinero que no sobra hoy precisamente, o de beneficiar a alguna contratilla local? Podríamos estar hablando siglos de este Ayuntamiento que cada vez se parecemás al camarote e los Hermanos Marx. ¡Más madera que paga el ciudadano!