Creía, pensaba, me las juraba, ¡oh vana ilusión! que podía despedir este annus horribilis del 2010, algo relajado. Veo que no. La última noticia del año, y espero que sea verdaderamente la última, es la de que el Museo Canario va a verse obligado a un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) y como consecuencia, a cerrar el servicio de su importantísima hemeroteca al público. Quienes hemos pasado indescriptibles jornadas disfrutando de la memoria escrita del pueblo canario a través de su rica hemeroteca, ya sea por necesidades de investigación o simple y puro placer o curiosidad, la noticia de que este servicio quede cerrado la mitad del año próximo, nos proporciona verdaderos escalofríos. La sociedad del Museo Canario es privada, pero gracias a serlo ha sabido acumular y defender el patrimonio cultural de Canarias desde hace más de un siglo. Y por esta circunstancia, debe tener el celoso apoyo de los responsables de la cultura y la educación en Gran Canaria en particular y Canarias en general. Que se les haya retirado apoyos economicos, dice mucho de estos politicastros, que hacen con el dinero del pueblo canario lo que les viene en gana, destinándolo a otros menesteres menos necesarios, porque piensan que actividades como las del Museo Canario no les dará votos. Me indigna todo lo que han venido haciendo desde que se han apoltronado en el poder, manteniéndose en él sin disimulo con cuantiosos sueldos y prebendas, mientras los teatros siguen cerrados o a media vela, y los creadores de la isla son constantemente ninguneados por su incultura. Que unos incultos o elitistas controlen la politica cultural da pena, y más cuando se les llena la boca, pidiendo el apoyo para que esta ciudad, a la que estos politicastros están condenado al ostracismo y al cierre por defunción, sea "Capital cultural europea". ¿O es lo que quieren? Prefiero pensar en su incapacidad e incultura que en otra cosa, porque en caso contrario estariamos hablando de una suerte de facismo encubierto. Quien coarta la cultura, coarta libertad creadora, ahoga la existencia de ese pueblo como pueblo. Uno de mis deseos para el 2010 que comenzará en unas horas, es que estos usurpadores de la cultura recapaciten y sean verdaderamente auténticos representantes del pueblo que les dio el voto para que cumplieran unas promesas que se han pasado por el forro de los pantalones o las faldas. Y espero sobre todo, que la sociedad cultural en particular, y la civil en general, despierten y no permitan este nuevo atropello. La cultura Canaria está en juego, y con ello la del propio pueblo que la ha creado y sigue creando dia a dia. Que se cumpla.
