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jueves, 19 de enero de 2012

SOPAS Y PIPAS ¿UN GUANTÁNAMO CIBERNÉTICO?


En estos días, los usuarios de internet hemos asistido al intento del "Imperio" (oséase Estados Unidos de América) de controlar una vez más la libertad individual de sus ciudadanos y la de los del resto de mundo, esté o no, bajo su dominio político-económico. Por ahora, internet es algo que se escapa a su control absoluto de poder. Bajo el eufemismo de defender la propiedad intelectual, la industria cultural yanqui -la más poderosa del mundo- consiguió que un congresista llamado Lamar Smith, propusiera una ley (Act) en tal sentido conocida con las siglas de S.O.P.A. (Stop Online Piracy Act) como complemento de otra denominada P.I.P.A (Protect IP Act) con la que poder controlar a su antojo jurídicamente el uso y la información en internet. Que la industria cultural está detrás, es evidente, pues otro de los congresistas patrocinadores es nada más y nada menos que Chris Dodd, presidente de la patronal de los productores de Hollywood. En teoría, el proyecto de ley presentado en noviembre pasado, se muestra -con muchos pasajes ambiguos-, como defensora de la propiedad intelectual. Pero esa misma ambigüedad, presente también en otras múltiples iniciativas de carácter "legal" estadounidenses a lo largo de su historia, nos hace desconfiar, pues realmente encierran una trampa, dado el uso torticero que se puede hacer de ellas. Pero si la historia nos enseña ésto, además hay que añadir, que el propio congresista patrocinador ha sido cogido in fraganti y denunciado como pirata al utilizar en su web de campaña electoral imágenes de un fotógrafo sin su consentimiento. Vuelve a repetirse la fábula. Poderes institucionales que se apuntan radicalmente a la defensa de la piratería, son los primeros en piratear. Sin embargo, la oposición a tal medida no ha tardado en producirse. Ayer mismo, el apagón de internet, liderado en USA por wikipedia supuso el black out de unas 60 mil webs que se calcula afectaron a unos 100 millones de usuarios. Aunque el presidente Obama venía manifestando estar en contra de elaborar dicha ley, el exitoso apagón de ayer, señalado como "American Day Censorship" (Día Americano Contra la Censura), ha captado nuevas voces críticas y varios congresistas y senadores han anunciado su intención de dejar apoyarla. El profesor de la I.E. Business School, Enrique Dans ha puesto el dedo en la llaga al declarar que "Internet es mucho, muchísimo más importante que los problemas de una industria del entretenimiento que se niega a adaptarse a los tiempos". Indudablemente, la defensa de los derechos de autor es importante, pero para eso, se cuenta con herramientas como la DMCA (Digital Millenium Copyright Act) de 1998 y la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) creada por la ONU en 1967. Las intenciones de Lamas Smith, como testaferro de la industria cultural USA estaban claras cuando en un arranque de xenofobia declaró que reuniría a los representantes de la industria "para dictar leyes que protejan a los consumidores, las empresas y puestos de trabajo de los ladrones extranjeros que roban la propiedad intelectual de Estados Unidos". La ley que estaba prevista aprobarse este mes, ha sido pospuesta hasta conseguir un amplio consenso, pero Smith, ha declarado que volverá a la carga el próximo mes de febrero. Si llegara a aprobarse en Estados Unidos esta S.O.P.A. o ley H.R. 3261, se restringiría el acceso a motores de búsqueda y servidores, sospechosos de albergar vulneraciones de derechos contra la propiedad intelectual de manera cautelar nada más producirse una denuncia fuera intencionada o errónea, obligaría a los buscadores a borrar los sitios, a las empresas que alojen servidores a retirar sus contenidos y a los operadores impedir que los internautas puedan entrar en las webs. Y todo eso aun sabiendo como ha dicho el presidente de Computer & Communication Industry Association, que «Irónicamente, hay poco que podamos hacer para detener a los actuales sitios web dedicados a la piratería, los cuales simplemente reaparecen un par de horas después con un nombre diferente, y si se conoce públicamente su dirección numérica, incluso antes. Cualquiera que posea, o conozca esa dirección web numérica, es capaz de alcanzar el sitio web infractor, saltándose los controles.» Pero es que como también ha expresado Electronic Frontier Foundation (otra de las opositoras a la ley), la utilización de servidores proxy que permitan saltar las restricciones impuestas por servidores locales dedicados a censurar contenidos, como se usó en la llamada "primavera árabe" (periodo entre 2010-11 movilizaciones en países árabes contra sus dictaduras, conocidas y promovidas por internet) también podrán ser utilizados para acceder a contenidos con derechos de autor, lo cual haría ilegal este proyecto de ley. Aún más, según un documento emitido por el Center for Democracy and Technology (Centro para la Democracia y la Tecnología), el proyecto «hace blanco en todo un sitio web, aunque sólo una pequeña parte de lo hospedado o enlazado sea contenido infractor». Está claro, que este proyecto, es una especie de Gran Cortafuego como el aplicado por el gobierno chino para evitar el acceso de su población a internet, que en realidad va en contra del principio de libertad que tanto miedo produce al todopoderoso gobierno mundial y sus lobbies económicos, como siempre camuflado de "buenas intenciones". Por eso, no a las sopas ni a las pipas norteamericanas, y mucho menos a esta especie de Guantánamo cibernético.