Éramos tan pobres, oh hijo mío, tan pobres
que hasta las ratas nos tenían compasión.
Cada mañana tu padre iba a la ciudad
para ver si algún poderoso lo empleaba
-aunque tan solo fuera para limpiar los establos
a cambio de un poco de arroz-,
Pero los poderosos
pasaban de largo sin oír quejas ni ruegos.
Y tu padre volvía en la noche,
pálido, tan delgado bajo sus ropas raídas
que yo me ponía a llorar
y le pedía a Jizo,
dios de las mujeres encintas y de la fecundidad,
que no te trajera al mundo,
que te librara del hambre y la humillación.
Y el buen dios Jizo me complacía.
Así fueron pasando años sin alma.
Mis pechos se secaron,
y al cabo
tu padre murió
y yo envejecí.
Ahora sólo espero el fin,
como espera el ocaso a la noche que habrá
de echarle en los ojos su negro manto.
oh, hijo mío no nacido.
Pero al menos
gracias a Jizo
tú escapaste del látigo de los señores
y de esra cruel existencia de perros.
Nada ni nadie te hará dufrir.
Las penas del mundo no te alcanzarán jamás,
como no alcanza la artera flecha
al lejano halcón.
MIKI TAISUKE (*)
(*) Nació en Yedo (hoy Tokio) en 1784. En su fugaz vida, la sensible poestisa compuso 26 obras largas en verso y un tratado de artes marciales. Cultivó el hai-kai (género poético integrado por composiciones de 17 sílabas en el estilo del maestro Shida Noha (1663-1740).
Hija única del poderoso daimo de Izunohara, y de extraordinaria y célebre belleza (a los 16 años fue dibujada por el gran Katsunshika Hokusai) despreció sin embargo a sus múltiples pretenedientes y dividió su tiempo entre las bellas letras y el zu/yu/the (especie de karate). Celebró (para disgusto de su padre) numerosos combates públicos con expertos sensei (maestros) de ju/do, jiu/jit/su y karate/do. Dominaba también la esgrima (ken/do).
A pesar de su origen aristocrático, Miki Taisuke denunció crudamente en sus obras la situación de miseria en que vivía el pueblo,
La poetisa murió en Yokkaichi, en 1805, en un duelo al arma blanca con el legendario gokenin (samurai al servicio de shogun) Kiba Fukagawa.
Los poemas de Miki Taisuke aparecieron rcogidos en libro por primera vez en fecha tan tardía como 1926, bajo el título de Hogu Zuka (Túmulo de papeles).
De "Antología apócrifa" de Luis Rogelio Nogueras, incluida en su libro "Imitación de la Vida", premio Casa de las Américas 1981.
