José Orive
No existe una definición precisa y consensuada de Cultura.
Kroeber y Kluckholm compilaron una lista de hasta 164 de ellas en su trabajo
"Cultura: Una reseña crítica de conceptos y definiciones. Originalmente
viene del vocablo latino "cultus" con significado de cultivo y fue
variando ideológicamente hasta el siglo XX convertido ya en concepto central de
la antropología, sobre todo después de que el etnólogo Edward Tylor acuñara en
1871 cultura como "toda aquella totalidad compleja que incluye
conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y todas las demás
capacidades y hábitos que el hombre adquiere como miembro de la sociedad".
Es decir, prácticamente todo.
En ese sentido, por ejemplo, la memoria de los aromas guarda
una relación directa en la mente del ser humano respecto al entorno cultural
que construye, conserva y también transforma. Elementos gráficos como el olor a
tierra mojada, a café recién hecho, pan caliente, a tinta impresa, o cualquier
perfume, etc., transportan a través del recuerdo a contextos individuales pero
también colectivos ubicados en un tiempo y espacio determinado. Sirve como
punto comparativo a contextos determinados que por su impresión son guardados
con nostalgia. Lo mismo ocurre con los sabores, fundamental a la hora de
encararse con la cultura gastronómica. El sentido del oído marca igualmente
cambios de mentalidad o gustos, especialmente de cara a la música, ámbito en el
que la amplificación no sólo ha influido en la escucha sino también en la
aparición de diferentes nuevos instrumentos. La mirada también se ha hecho
importante otorgándole a la cultura mucho de espectáculo, a veces, mucho más de
esto último que de fenómeno cultural.
En ese mismo sentido, los viejos hábitos en la creación
cultural y su percepción también retornan a la memoria como flujo de
comparación. Los avances tecnológicos, los cambios horarios impuestos por las
nuevas concepciones en el trabajo y el ocio -tandem indiscutible-, los nuevos
formatos creativos y de difusión, la propia capacidad de aceptación o rechazo,
incluso la evolución del propio concepto de cultura en la época actual, no han
logrado enterrar ese background que condiciona al consumidor de cultura. Desde
ese punto, afortunadamente la cultura es diferente para cada uno y por eso se
engrandece y enriquece.