Acudir a las hemerotecas constituye un sano ejercicio. Respecto a la Cultura, parece que en Canarias siempre llueve sobre tierra mojada. Hace unos doce años, cuando se inauguró el Teatro Cuyás, el sector de las Artes Escénicas se manifestó masivamente a sus puertas con una "acostada" como metáfora de que se estaba pasando por encima del sector. Fue su segunda inauguración -la oficial-, a finales de septiembre de 1999 (ya que hubo otra anterior unas semanas antes a las elecciones en mayo de ese año, tras la cual se cerró al día siguiente para acabar las obras. Para esta apertura oficial con la producción institucional de la ópera Don Giovanni, se invertieron, según se dijo públicamente, 150 millones de pesetas (unos 90.000 €), que luego, como siempre ocurre con estos fastos capricho del político de turno, prácticamente se duplicaron. A su costa, desaparecía el Area de Artes Escénicas del Cabildo que se venía ocupando de atender las necesidades del sector y peligraba por falta de capitalización el Circuito de teatro y danza en la isla. Numerosos representantes del sector se concentraron en la actual peatonalizada calle Pérez Galdós, justo entre el actualmente remozado edificio del Cabildo Insular y el desaparecido Centro Insular de Cultura, convertido desde hace años su solar en un triste parking de coches oficiales. Como se ve, en esta historia de la Cultura en Gran Canaria, unos espacios se remozan para solaz de los políticos, y otros se derriban para oprobio de la Cultura. De ese antiguo Centro Insular, solo queda en su ala Oeste, lindando con la Avenida Primero de Mayo, la llamada Sala Insular, hoy cerrada a cal y canto. Los trabajadores de las artes escénicas se manifestaron en aquella ocasión a su puerta con una pancarta que decía: "21 municipios sin teatro; 20.000 espectadores sin función; 14 compañías sin trabajar".
Si saco a colación este ejercicio de memoria histórica (ver Canarias 7, 29.09.99/01.10.99 y La Provincia, 01.10.99) es porque tristemente la situación ha cambiado muy poco, y si lo ha hecho, ha sido a peor. Aproximadamente, la misma cantidad que se proponía invertir entonces para el Circuito Insular de Artes Escénicas (17.000.000 de pesetas = 100.000 €) -mucho menos que tres funciones de ópera en el Cuyás-, coincide con los 90.000 € anunciados para 2012 al mismo fin. Que siga una cantidad equivalente destinada a los creadores canarios del sector, después de 12 años es ignominiosa. Pero aun más, que se destinen por contra 2.000.000 € para el Cuyás, que programa casi totalmente espectáculos foráneos y alguna producción local, eso sí a porcentaje de taquilla, mientras las otras vienen a cachet, más viajes y hoteles.
Mientras el Gobierno regional de Paulino y José Miguel Pérez, están dispuestos a dar un tajo sangrante a su presupuesto de cultura, el Cabildo lo mantiene y hasta lo sube ligeramente. Suena a valiente y a interés por la Cultura. ¿Pero a beneficio de quienes? En aquella ocasión un portavoz del sector reprochaba que se "fomente las actuaciones artísticas foráneas en detrimento de las canarias", hecho puesto de manifiesto "en el desequilibrio de reparto presupuestario entre la atención a las compañías canarias y la financiación de los eventos artísticos que llegan del exterior". Indudablemente, es lógico pensar que tan grave es recortar a lo bruto, como mantener un presupuesto que apenas cuenta con el trabajo del sector de la Cultura en Gran Canaria.
Si saco a colación este ejercicio de memoria histórica (ver Canarias 7, 29.09.99/01.10.99 y La Provincia, 01.10.99) es porque tristemente la situación ha cambiado muy poco, y si lo ha hecho, ha sido a peor. Aproximadamente, la misma cantidad que se proponía invertir entonces para el Circuito Insular de Artes Escénicas (17.000.000 de pesetas = 100.000 €) -mucho menos que tres funciones de ópera en el Cuyás-, coincide con los 90.000 € anunciados para 2012 al mismo fin. Que siga una cantidad equivalente destinada a los creadores canarios del sector, después de 12 años es ignominiosa. Pero aun más, que se destinen por contra 2.000.000 € para el Cuyás, que programa casi totalmente espectáculos foráneos y alguna producción local, eso sí a porcentaje de taquilla, mientras las otras vienen a cachet, más viajes y hoteles.
Mientras el Gobierno regional de Paulino y José Miguel Pérez, están dispuestos a dar un tajo sangrante a su presupuesto de cultura, el Cabildo lo mantiene y hasta lo sube ligeramente. Suena a valiente y a interés por la Cultura. ¿Pero a beneficio de quienes? En aquella ocasión un portavoz del sector reprochaba que se "fomente las actuaciones artísticas foráneas en detrimento de las canarias", hecho puesto de manifiesto "en el desequilibrio de reparto presupuestario entre la atención a las compañías canarias y la financiación de los eventos artísticos que llegan del exterior". Indudablemente, es lógico pensar que tan grave es recortar a lo bruto, como mantener un presupuesto que apenas cuenta con el trabajo del sector de la Cultura en Gran Canaria.
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