Se echa de menos aquel tiempo, en que tras la larga noche franquista, parecía sumarse al carro de la democracia una nueva derecha, que por desmarcarse del facismo algunos llamaron, no sé si acertadamente "derecha civilizada". Si la hubo, a tenor de los herederos que mandan hoy en España, debieron ser lobos con piel de cordero que actualmente enseñan sin rubor sus dientes y garras. Tener mayoría absoluta de votos para gobernar y hacerlo absolutamente de forma absolutista, es un ejercicio perverso del poder que resulta, sin ambages, un fascismo encubierto. Porque lo que ha caracterizado, caracteriza, y tememos, que caracterizará al PP que manda en España estos últimos meses, es el abuso de poder, la impunidad de tener mayoría absoluta, no para sacar adelante un proyecto que beneficie a España y a la mayoría de los españoles sin distinción ideológica -eso es, o debería ser democracia-, sino a sus propios intereses particulares o partidarios, o de una minoría privilegiada y elitista que ha utilizado sus potentes recursos para llevarlos al poder.
Tanta arrogancia e hija putez, porque desgraciadamente no tiene otro nombre, colma el vaso de la paciencia de los españoles. No sé si queda algún colectivo social agraviado por la chulería altanera de esta neo derecha recalcitrante que controla el PP y hasta deja pálido el recuerdo de un incontinente y temperamental Fraga Iribarne. La sanidad con los recortes,los trabajadores con la reforma laboral, los funcionarios con los recortes y supresión de pagas, los educadores con ratios masivas y además con una reforma franquista en puertas, padres de alumnos sin comedores ni transporte, las mujeres con una contrarreforma antiabortista vaticanista, los pensionistas con una amenazante congelación de sus ingresos, los parados con pérdida de prestaciones, el mundo de la cultura con un IVA prohibitivo -por cierto, esta mañana se comunicaba en la SER que el cantante Umberto Tozzi suspendía su gira española en protesta por la subida escandalosa de ese IVA-, purga de periodistas en la radio y televisión públicas, los estudiantes imposibiltados de estudiar por la subida de tasas, ciudadanos que se manifiestan por sus reivindicaciones laborales o políticas, etc...Ahora le toca el turno, a aquellos cada vez mayores colectivos que se vienen destacando en contra del maltrato animal. Canarias fue pionera -y curiosamente, iniciativa de un parlamentario del PP- de una ley en ese sentido que prescribe los toros en las islas. Recientemente, algunos ayuntamientos se han sumado a la corriente de desterrar ese sangriento y oprobioso espectáculo de los toros. Sin embargo, nada más empezar a mandar el PP, el ministro de Educación y Cultura, que por lógica debiera ser educado y culto, se apunta a asno y se monta su cruzada particular por rehabilitar, por ejemplo y porque le gusta y le sale de los huevos, las retransmisiones de toros por televisión, incluso en comunidades que como la canaria, lo tienen prohibido. Debe ser que los toros enervan el machismo y enganchan, pues mientras España ardía hace unas semanas por los cuatro costados, el ministro de Medio Ambiente y el propio rey, se deleitaban con una corrida en vez de estar al pie del cañón como sería su deber, junto a los esforzados bomberos y sufrida legión de españoles que vivían una tragedia. Ahora salta al ruedo, Ana Botella, la alcaldesa espúrea de Madrid -lo es falsamente, de rebote, sin ser votada como tal por el pueblo madrileño- empeñada en convertir los toros en "patrimonio cultural inmaterial": En su argumentación, el grupo municipal popular sostiene que la fiesta de los toros "constituye un patrimonio cultural, antropológico, histórico, monumental y ecológico de primer orden que debe ser preservado y legado a las futuras generaciones". Se retrotrae a la antigüedad para decir que la expresión moderna de los toros "extrae sus raíces del fondo milenario de la cultura mediterránea", en la cual, añade, "el enfrentamiento entre el hombre y el toro, y su interpretación simbólica, han dado lugar a un sinfín de mitos, de celebraciones y de obras maestras en las bellas artes y en la literatura, el teatro, la música, el canto, la danza y muchas más". En la misma línea, defiende que la fiesta de los toros "refleja la sensibilidad específica de cada uno de los pueblos y comunidades que la comparten" y que expresa, "en el aspecto ético y cultural, los valores fundamentales del hombre de herencia mediterránea y su manera de enfrentarse con la vida, con la muerte y con lo efímero", informa el periódico Público.
La Botella considera "un valor" el sadismo y maltrato de que es objeto innecesariamente un animal para morboso placer de un acomplejado espectador y ego onanista de un torero. Si para ella esto es un "valor", no nos extrañe que pronto defienda otros "valores culturales" de herencia mediterránea, como el machismo y su secuela del maltrato de género, la esclavitud o el circo romano de gladiadores.
Se trata del mismo fascismo encubierto, que se esconde tras el abuso de la mayoría de unos votos, el mismo por el que su marido Aznar, cuando fue presidente, nos metió con mentiras en contra del clamor popular y el Parlamento, en una guerra en Irak porque se lo mandó Bush, el mismo que desprecia la opinión masiva de un millón de catalanes que se manifiestan, y lo llaman "algarabía", el mismo que hace que la delegada del gobierno de Madrid Cristina Cifuentes, relacione a grupos nazis (¿?) con la lícita propuesta de manifestación de mañana 25-S en los alrededores del Congreso, o que la impresentable de Coz pedal la compare al 23-F. Aquello fue un golpe orquestado por un grupo armado de guardias civiles, policías y militares, que usó la violencia y disparó dentro del congreso secuestrando unas horas a los representantes del pueblo, y la de mañana es una manifestación cívica de protesta del pueblo y sin armas. Ese fascismo encubierto está dando alas al real de grupúsculos como el de la Asociación de Militares Españoles (AME) que ha avisado
hoy, como nuevamente informa Público, de que quienes colaboren o permitan la "fractura" de
España deberán "responder con todo el máximo rigor" ante los
tribunales en el ámbito de la jurisdicción castrense por la "grave
acusación de alta traición". Incluso, envalentonados por el secuestro democrático avisa de que
"la más alta magistratura" y los "Gobiernos" deberían tomar
"inmediatamente las medidas oportunas para suprimir cualquier atisbo de
secesión, sin que las Fuerzas Armadas se vean en la irremisible y gravísima
tesitura de cumplir escrupulosa y estrictamente con la misión que la Carta
Magna les otorga de garantizar la soberanía, independencia e integridad
territorial de nuestra Patria". Concluyendo que "si así tuvieran lamentablemente que actuar -alertan-, no deberá existir la
menor duda de que cuantos han permitido, participado o colaborado en llegar a
esta última pero reiterada en el tiempo amenaza de fractura de España, por
comisión, omisión o provecho de sus cargos constitucionales, habrán de
responder con todo el máximo rigor de tan grave acusación de alta traición ante
los tribunales en el ámbito de la jurisdicción castrense".
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