Las artes escénicas tienen cada vez más presencia fuera de Canarias. Y eso, aunque aquí se las ignore y menosprecie por miopía política. La valorización de trabajadores canarios de la danza es cada vez mayor en compañías e instituciones relevantes, así como la de los del teatro, y no precisamente porque desde aquí se les apoye como se debiera. Desde hace una semana viene presentando con éxito Profetas de Mueble Bar en la sala Galileo de Madrid su espectáculo "Juegos de Amor y Azar" de Marivaux, al que seguirá el de "La boda de los pequeños burgueses" de Brecht. Y desde hace unos días se encuentra en Madrid Rafael Rodríguez, a requerimiento del director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico para dirigir su próximo montaje de la obra de Lope de la Vega, "¿De acá nos vino?". Cuando recale el montaje por acá -si así ocurre y esperamos- aquellos que tienen remilgos a las artes escénicas canarias se desharán en elogios porque es un canario quien dirige un espectáculo de la CNTC, mientras, esos mismos obvian programar en sus teatros o circuitos de las islas, sus últimos montajes con 2RCProducciones, "El perro del hortelano", "la verdad sospechosa", "El alcalde de Zalamea" o el más reciente de "El cerco de Leningrado". Igual le ha ocurrido a Profetas, por sólo citar dos ejemplos de actualidad, aunque no sean los únicos, que se han visto obligados a emprender antes de tiempo la aventura de Madrid ante la esclerosis que padecen los circuitos insulares. Diríase que Madrid es más sensible que Canarias al respecto. ¿Seguirá autista la clase política tanto dirigente como opositora de las islas? La tan ignorada y menospreciada profesión sigue dando ejemplo de cordura, inteligencia y creatividad. A los éxitos profesionales en el exterior, van uniendo poco a poco otros de distinta índole, como es la puesta en marcha del proyecto del propio Rafael Rodríguez de apoyo a la dramaturgia canaria denominado "Canarias Escribe Teatro", la creación de la Unión de Actores de Canarias y la asociación de empresas teatrales para defender sus intereses gremiales, o la inminente inauguración del proyecto Espacio de Trabajo Creativo (ETC) de Clapso Producciones. Israel Reyes se ha liado la manta a la cabeza, y ante la pertinaz esclerosis existente ha decidido poner en marcha un lugar al servicio de la profesión que dará mucho que hablar como espacio de creación, encuentro y gestión, que presentará públicamente mañana. Esperamos que quienes llevan los bueyes detrás del carro, se den cuenta del error y reaccionen antes de que sea demasiado tarde para todos.
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